Bucea por KukupaPunda Productions

jueves, 12 de noviembre de 2015

Conversaciones con Ciancicato Miao: Sociedades paralelas



Però ragazzi, Come stai? Hacía mucho que no os pasabais por el barrio. Bueno, la verdad que no os habéis perdido nada. Aquí nunca pasa nada. Quitando alguna redada por el tema de las dichosas drogas en alguno de aquellos bares de arriba y algún ragazzì di strada que roba alguna vespino por las noches y las parejas que vienen a fornicar al parque della donna di collo longo. Poco más ocurre, señores periodistas. Aquí, ya sabes. El vermouth de media mañana en el bar de la Giuseppina y así vamos encadenando unos con otros hasta que el sueño ataca. La vida del jubilado. Eso si os voy a decir, siempre que llega este mes como que me siento más bajo de moral de lo que es habitual. Me acuerdo mucho del maestro. Justo hace unos días se cumplieron cuarenta años ¡Madonna, come è il tempo! que mataron vilmente como a un sapo a Pier Paolo. Apareció en la playa de Ostia y por lo visto daba pena verlo. Nadie mejor que él narró la vida de estas calles romanas. Él si que os podría haber servido de ayuda para esta investigación o lo que sea que hagáis y no yo, un borracho de tres al cuarto que ve la vida detrás de un espeso halo de alcohol. Os cuento lo que el vino me permite ver, y, como podéis comprender, muchas veces es distorsionado.
Él era un buen hombre. Yo tuve la oportunidad de conocerlo en persona cuando trabajaba en la Fiat. Vino cargado de cámaras y un gentío espectacular a rodar unos planos en las inmediaciones del polígono y, claro, nosotros en la hora del bocadillo, encaramados a la valla a ver que se cocía detrás. Y Pasolini se nos acercó. No dábamos crédito, niña, graba esto que pocas cosas más interesantes me han pasado en la vida. Nos preguntó acerca de nuestras condiciones laborales, era muy "comunistón" él. Nos ofreció también actuar como figurantes en aquel mismo film que se encontraba rodando. Creo que era "Uccellacci e uccellini", era yo un chaval de ventitantos por aquel entonces. A mi la verdad es que siempre me han dado pánico las cámaras. Pocas fotos verás por ahí mías y las que veas han sido, seguramente, sacadas a traición. Pero vamos, lo que te decía. Pasolini reflejó de forma muy eficaz las miserias de este país. Porque esto no es todo Coliseos y arcos de triunfo, aquí hay mucha miseria y más en este barrio donde estamos ahora. Toda esta zona es la hermana fea de la Roma central. Somos los leprosos que contaban en el evangelio, la purrela que queda en el café y no quiere nadie. (Toma varios tragos seguidos de vino, como intentando olvidar). Y no os creáis que hemos cambiado tanto en cuarenta años, más bien muy poco. Aquí seguimos los obreros que no hemos tenido una puta lira en la vida y ahora nuestros hijos y nietos son obreros que jamás tendrán una puta lira en su vida. Es la ley del pobre. Esto se hereda de generación en generación. Todos los que vas a ver vagando por estas calles pasan serias dificultades para llegar a fin de mes. Aquí como en Battistini, como en Pietralata. Pero ¡ah! los "señoritingos"de la Piazza Spagna o de Cavour cenan la mejor pasta del país y visten las mejores galas hasta para ir a comprar al supermercado, bueno, al "delicatessen" como dicen ellos. Pero de esto no os voy a hablar. Pues anda que no está hablado y hasta escrito, que ya habló de esto aquel Marx del que tanto se enfadaban tus padres si se te ocurría acceder a alguna obra suya. Y eso que yo nunca he sido de leer, pero lo prohibido...ay lo prohibido como me tienta.
Yo de lo que os quería hablar hoy, y mira que se me están subiendo las copas y no callo es de la sociedad de hoy. ¿En qué nos hemos convertido? ¿No os habéis parado a reflexionar nunca? Yo doy un paseo por este barrio o por el centro de Roma y solo veo clones, unos de otros. Como robots autómatas con número de serie. Esto es para estudio. Estoy seguro de que si doy el mismo paseo por Napoli o por Firenze me encontraré con la misma. Todos los chicos iguales, con el mismo cuerpo cultivado en gimnasio con el fin de ocultar Dios sabe qué, llenos de tatuajes y ropas a la moda. Siempre hay excepciones, ¿No? Pero a esa gente se refiere este estamento como "diferentes" y por tanto objeto directo de discriminación.
Las mujeres van prácticamente uniformadas. Se aprecian pocas diferencias entre una niña de quince años o una señora madura de cuarenta y cinco. Y por no hablar de que, ¡Gesù! que nos quede algo para la imaginación. Hombre, yo se que voy teniendo mi edad y he vivido una sociedad muy diferente. Aquella sociedad contemporánea a Pasolini  que tanto luchó por nuestros derechos, hasta con la sangre si era preciso. Y ahora veo conformismo, inmovilismo, mentes como inertes, completamente hieráticas. Antes la juventud se preocupaba de salir a alzar la voz a las calles ante toda injusticia que se pusiera por delante. Hoy en día eso es impensable. Ya les pueden estar pisando la mismísima testa, que ellos iban a seguir hipnotizados ante sus móviles, ordenadores, tablets, máquinas de videojuego. Nos hemos convertido en un caso de estudio. Hemos convertido la tecnología en algo patológico. En una adicción como lo fue en los años ochenta la maldita heroína. Y este enganche a la modernidad también está trayendo sus primeras consecuencias. Está muriendo el trato humano, la charla del bar, la conversación de fila de pescadería. Estamos como en un mundo de robots, completamente deshumanizado. El amor ha muerto con el siglo pasado. ¿Qué hemos hecho mal las generaciones pasadas para llegar a esto? Hoy todo es consumismo, ir a la moda porque si no eres un cadáver andante, aparentar, acumular para maquillar sus vidas de una felicidad artificial. Se que hay personas que nunca terminaremos de adaptarnos a la sociedad porque somos como milanos que vuelan libres, pero, esta época es sin duda la más aburrida y la más plastificada de las épocas de nuestra historia. A mi, al menos, me ha pillado viejo. Pero es una pena, la verdad. Pero ya se sabe, poco o nada puedes cambiar con dos vinos. En fin. Creo que voy a cambiar de bar porque me estoy agobiando ya de tanto pensar y divagar. Seguramente os esté aburriendo y omitáis la mitad de la conversación. Esto es solo la diarrea verbal de un pobre hombre que ve las cosas desde otra dioptría y con cara de susto.
Addio Giuseppin! A domani! Si me queréis acompañar podéis hacerlo, iré a Casa Tonino, allí están sin duda las mejores pizzas de este barrio y el estómago ya empieza a rutar. Y el gaznate sigue pidiendo más zumo de uva. ¿Qué raro, verdad? Si no ya nos veremos. Yo siempre hago esta ruta. Yo poco tengo que visitar ya más de esta ciudad, me la conozco como mi cocina. Y lo digo porque nunca la piso. (Risas)
Y reflexionad sobre lo que os he dicho. Pensaréis que son los desvaríos de un viejo carca desquiciado pero algún día echaremos en falta lo que era una caricia llena de ternura, un libro o una conversación al fuego.
Ci vediamo amici! Ya sabéis, para lo que queráis. Avenida de la resignación, portal 6, tercero izquierda. Si no me he muerto, Cianciato Miao es mi nombre. Salute!

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Sonetos de Otoño: La mirada de Heliogábalo.




Bajo el idéntico manto de pesantez, como si el ocre fuese mi enemigo;
antes idílico y placentero, el tiempo es verdugo, soberano ante lo eterno.
Sigo en el viaje, ya fatigado, a caballo, entre el Olimpo y el Averno.
Mas todo son linderos, tan sólo hallé cerrojos, tan sólo abrí postigos.

Ante las termas me encuentro, sobre mi lecho. Con la sonrisa en potencia.
Dime tú, hijo de Baco. Con tu balandrán en vino, dime el camino para el letargo
si pesan más las piedras que los harapos, si ando por los senderos o por lo largo.
No entiendo nada de letras, poco de cuentas, sólo sus ojos que son mi ciencia.

Enciendo llamas de primavera en un paisaje de cima y hierro. Y no lo creo;
no creo en la diligencia con la que pena el reo, ni en lo blanco, ni en lo negro.
Tampoco creo en falacias de boca de un descuidado, si creo en el miedo;
pero son tus finas líneas, como apolíneas y son tus manos todo mi Credo.

Por eso dime, insísteme en verso. Si mi camino es correcto o en vano elegí.
Dime si ya he caído o la roca fue un invento. Dímelo tú, señor, antesala del invierno;
que la sonrisa esbozada no fue un mero contratiempo, litros de amor a cientos.
Todo lo andado y desde cero. Gracias al viento por el impulso, gracias a ti.

Versos son como besos y no muchos son sinceros. Los versos no se regalan;
ni los labios; ni los dedos, entregados a esculpir la piel de quien te cautivó.
Con la destreza de los que oran, con la sapiencia de quien erró.
Y no hay trampa, ni hay cartón. Mira mis ojos, cuando la veo, ellos me avalan.

Por eso busco el consejo, la eterna inspiración, la santa virtud de no herir;
la dulce explosión del amor cuando no se ve venir, la sabia noción;
de vivir sin llorar o llorar al sentir, porque de aquí nació la pasión.
Como florecen mis verbos, mis huesos y pienso, que sólo pienso en Abril.

Este es el primer soneto de Otoño. Escrito en el último día de Septiembre tras unos meses que nunca olvidaré y que sólo me instigan a seguir escribiendo, a seguir pensando, a seguir queriendo con esta intensidad.
Kukupa Punda ha vuelto, esto es un hecho. Y no olvidemos que aquí hemos venido a sentir. Espero que todos vosotros, lectores, acojáis estos versos con las ganas que han salido de lo más profundo de mi alma. Amén.

-Sergio Robledo, "Serdrës"





martes, 5 de mayo de 2015

BROTES CON TILDE

LOS CONTENEDORES HABLAN

Lo sé porque yo he visto cosas que vosotros no creeríais, y en ocasiones veo muertos, y me encanta el olor de tus bragas por la mañana. Rendirme como un héroe heleno después de haberme puesto como Charlie con tío Sam. Tomar café y un vaso de zumo de naranja. Pero a lo que iba: los contenedores hablan y lo hacen con un tono hermidiano y flácido que no me gusta nada. Casi orweliano, como si aquello fuese todavía. Llámame loco, pero me quedo con cualquier verso del cansancio de Oliverio Girondo. O la brevedad de precipicio del "No te rindas" de Benedetti. ¿Aún estaremos a tiempo?


-"Eres un pureta desfasado", dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul... y yo mirando los labios donde nacieron.


Los contenedores claman al cielo. No me paro mucho a oírles, ¿sabes? pero su aliento pútrido me persigue vaya donde vaya. Viajar es regresar cada quién a su refugio "self". A su olivo. Pero los contenedores gritan, y lo hacen para no oírse, para no oírse cada uno a sí mismo, para no oírse los unos a los otros, y no me dejan dormir. 


Sucede que yo me voy cansando de ser pasivo y soportarles repetir miles de veces la misma cantinela. Que si gangbangs de corruptelas amnistiadas, que si látigo de once placas para un concierto o un desahucio, que si paquete de reformas que son la cola de la pescadilla como desayuno, almuerzo, merienda y cena. Sírvase de ayer si es necesario. 


Te digo yo que los contenedores hablan. Y mucho, por eso huele el mundo a lo que huele, y no huele a Rimbaud, ni a Bertold Brecht, ni va a oler nunca a Pablo Iglesias, por mucho que él en su onanismo se vea en la Moncloa con una fuente a lo Scarface. The world is mine...
-"Pues las encuestas le dan posibilidades..."


Vale, pero yo, que soy la última mierda, tengo los huevos suficientemente pelaos como para, como mínimo, opinar que las encuestas y toda la pinche parafernalia propagandística, nepótica y artificial que se montan los mass media, y todo el show must go on con fist-fucking por streaming o en portada en La Razón, pues como que me cae que son pura mamada de las élites, su establishment y la chingada de la madre que los parió. Demasiado espacio vital para tan poca morralla avariciosa, eso es lo que pasa. A mí, sinceramente, me apetece más dormir y descansar. Hoy pudo haber sido un buen día, incluso para Serrat. Pero es amigo de Sabina. 


Los contenedores se atraen, pero por mucho que sean mil contenedores hablando, los contenedores apestan a fracaso en modo repeat "throughout human history". Eso sí, los contenedores hablan hasta cuando están callados. Tienen esa cualidad. Se necesita haber tenido nociones de cronopio y algo de experiencia en luchar contra molinos para soportarlo. Prefiero pasar mi vida oyendo TOOL y pateando sitios sin contenedores que hablen.
O mejor sin contenedores.

6-V-2015, Rebrotes de Angio


bonus track:
"Third Eye, Tool (intro)"

[Timothy Leary sample:]


Think for yourself
Question authority

Throughout human history, as our species has faced the frightening,
terrorizing fact that we do not know who we are, 
or where we are going in this ocean of chaos, 
it has been the authorities, the political, 
the religious, the educational authorities 
who attempted to comfort us by
giving us order, rules, regulations, 
informing, forming in our minds their view of reality. 
To think for yourself you must question authority 
and learn how to put yourself in a state of vulnerable, 
open-mindedness;
chaotic, confused, vulnerability to inform yourself.

Think for yourself.
Question authority.